Más ecosistemas en torno al acuífero de la comunicación

Post date: Nov 1, 2012 6:53:10 PM

La intriga llegó con la convocatoria a principios de año: ¿quiénes y de qué hablan quienes se reúnen en un congreso de este tipo? Pero una fuerza interior decía que teníamos muchos aportes desde la Escuela de comunicación estratégica de Rosario en experiencias y reflexiones.

Pusimos manos a la obra y presentamos en total cinco resúmenes para compartir vivencias y conceptualizaciones en torno a la comunicación, en la ciencia. El destino era el Congreso Internacional de Comunicación Pública de la Ciencia, en la ciudad de San Luis.

Este fue el listado de trabajos que enviamos:

Trabajo colaborativo. La experiencia de crear, conversar y construir en red, de un grupo profesionales de la comunicación del INTA. Mariana Piola, Bruno Menarvino, Lorena Peña, Debora Mas, Clarisa Campora, Javier Spagnolo y Diego Bustos -> INTA

Vidriera tecnológica agropecuaria para estudiantes de niveles primario y secundario. Lorena Claudina Peña y Mariana Piola -> INTA

Trama y acción para la horticultura periurbana como campo científico. La experiencia de un proyecto de INTA. Mariana Piola y Mariel Mitidieri -> INTA

Intranets y comunicación estratégica. El caso Redbn, una aproximación. Bruno Menarvino -> INTA

Comunicación estratégica para la ciencia. Resonancias del modelo del conocimiento como universo autopoiético. Mariana Piola -> INTA

Aunque todos fueron aceptados, y el último incluido en un panel junto a Luisa Massarini, de Brasil; y Valeria Román, de Clarín; octubre llegó con algunas complicaciones de agenda y pocos recursos para participar. Así que intenté llevar nuestro modo de pensar y hacer en estos procesos, juntos.

In situ

El evento comenzó en un impresionante auditorio, prolijo, equipado, cómodo. Además de la apertura, hubo una perfomance del coro de la universidad que incluyó Dinosaurios de Charly García y un tema de The Wall. Luego una conferencia inaugural a cargo de Ana María Vara, y más tarde en los 3 pabellones de la universidad, paneles, mesas de ponencias simultáneas y foros.

Los trabajos muy variados, aunque segundo y tercer día de mis elecciones se llevaron lo mejor. Una línea enhebra a la mayoría: la visión de la comunicación desde paradigmas “¿tradicionales?”. Se aprecia una necesidad por compartir la ciencia con la sociedad, aunque pocas preguntas e ideas sobre el por qué hacerlo. Eso no se discute. Eso es obvio (¿es obvio?). Eso, justamente el motivo de la comunicación estratégica, lo que hace la diferencia, lo que vuelve innovadora la posición.

La “divulgación” a flor de piel, y no muchos cruzan esa línea, aunque sí Cecilia Mazzaro, de la UNLP. Ella recorrió la nube de conceptos en torno a la comunicación de la ciencia (diseminación, difusión, divulgación, popularización, etc), y propuso esta discusión en la mesa.

¿Alternativas a lo dominante? La presentación de Eduardo Wolovelsky, de la UBA, a cargo de un programa en el Centro Ricardo Rojas, para “conocimiento público de la ciencia”. Su postura provocadora irritó a algunos presentes, imposibilitando apreciar algunas nociones que trataba de compartir. Una periodista “de Clarín” entre los participantes, Valeria Román, y lo que esto supone en un escenario en torno a los medios de comunicación como el que hoy transitamos en nuestro país. También, y me faltó por superposición de horarios, un foro entorno a ¿qué hablamos cuando hablamos de ciencia? Ojalá que pronto pueda acceder a las conclusiones.

La última mesa de ponencias orientadas hacia las nuevas tecnologías y la ciencia 2.0 tuvo otro visión en torno a la comunicación. Desde la Universidad Nacional de Rosario, una interesante experiencia rescatada por María Soledad Casasola y Stefanía Sahakian con el título “La comunicación social de ciencia en redes sociales ¿Conversaciones o sordos monólogos?”. También la presentación de Marianela Ruarte y Débora Jeanette Mola de la Universidad de Córdoba, con una experiencia de docencia y uso de tecnologías “Desarrollo de habilidades para la comunicación científica: Web2.0 como herramienta en el aula”. Finalmente, con una solidez y profesionalismo, la presentación de Danica Goles English, de la Univesidad Católica de Chile y “Plataforma Full Digital. Uso de soportes innovadores y redes sociales para información de medicina y salud”.

En el medio de todo, y prácticamente al margen, las experiencias que tenemos para compartir desde la comunicación estratégica.

La sensación es que había que estar, y eso reconfortó mucho. La pluralidad de presentaciones, la identificación de profesionales que desde sus distintos rincones aportan, es una oportunidad increíble para vivenciar, entre otras cosas, lo que tenemos para dar, para ofrecer, para poner a conversar. Luego, muchas preguntas, muchas: ¿hace falta contagiar esta perspectiva de comunicación estratégica que zanja muchas incógnitas que ocupan las reflexiones de tantos colegas? ¿podemos seguir preguntándonos cómo “llegar mejor al público”? ¿ estudiando las formas retóricas que “mejor llegan a uno u otro”? En uno de los paneles, un joven se animó y preguntó: “para este fin tan grande como compartir la ciencia, vale la pena el esfuerzo de hacer una revista que es un medio tan pasivo?”. Espacios como éste nos invitan a seguir trabajando en esta perspectiva que día a día nos enriquece con el poder de la transformación que nos va moviendo.

La historia continuará

El cierre fue con una cálida y respetuosa conversación en el principal auditorio de la universidad. La humildad de los organizadores, fue una constante digna de ser valorada. Estuvieron cada día cuidando los detalles que hicieron de este Congreso un ejemplo de esfuerzo, dedicación y orgullo. La participación en el cierre fue realmente un encuentro desde la perspectiva estratégica. El gatillo para la discusión en torno al modelo comunicacional vino de una participante, desanimada porque en algunas mesas de ponencias hubo “poco público”, y propuso como alternativa trabajar con “key speakers” y mesas no simultáneas.

Pero el Congreso fue simplemente un ejemplo de esta perspectiva de comunicación estratégica de la que hablamos: complejo y fluido, sin afán de completitud, como momento relacionante de la diversidad cultural. Así fue pensado, combinando paneles con algunos invitados especiales, mesas de apertura y cierre, foros de discusión para generar documentos, momentos donde la ciencia se volvió arte, espacio para que cada asistente fuera un participante, posteres y conversación final.

Y como la comunicación es un acuífero (Massoni, 2011), que por donde pasa crea ecosistemas y está en permanente transformación; este congreso me fue transformando en su transcurrir, y me alienta a seguir aportando desde este colectivo para enriquecer la tarea que los comunicadores tenemos en el mundo.